Aprenda a ahorrar: invierta en tranquilidad

Ser previsor es importante

Dicen que el dinero no da la felicidad pero ¿se imagina disponer siempre de esos euros para pagar las facturas, una avería urgente, sin que le suponga un trastorno económico? La pregunta es si puedo lograr esa seguridad con los ingresos actuales. La respuesta está en saber cómo planificar y ahorrar.

Seguridad financiera familiar.

Qué motivos tenemos

Por propia tranquilidad, vivir sin deudas es sinónimo de dormir tranquilo cada día. Esa hucha que podemos crear con esfuerzo ayudará a alcanzar el objetivo de tener una economía saneada y aumentar nuestro patrimonio.

Invertir en futuro puede ser un viaje, los estudios de nuestros hijos o dinero para la jubilación son los motivos para crear unos objetivos financieros a largo plazo.

Y si ocurre lo peor, el ahorro no solo debe servir para invertir en el futuro, sino también existe la posibilidad de que ocurra alguna circunstancia inesperada, como perder el trabajo, una avería o un robo.

Lo primero que debemos hacer es examinar nuestra economía para saber cuáles son los objetivos que debemos proponernos, y siempre ser sincero con uno mismo. ¿puedo llegar a fin de mes sin problemas? ¿Puedo subsistir si me quedo sin trabajo? ¿Dispongo de recursos en caso de emergencia?

Lo ideal es responder con un sí a todas esas preguntas. Si no es el caso, habría que crear un buen fondo de emergencia y proponerse en serio objetivos a largo plazo.

La cantidad a destinar a un fondo de emergencia dependerá de la situación personal: habría que analizar cuánto dinero necesitaría de manera urgente, y tener en cuenta cuántas personas están a nuestro cargo y calcular entre tres y seis meses de gastos normales.

El fondo de emergencia debe estar a mano, disponible en cualquier momento, en una cuenta bancaria diferente de donde tiene domiciliados los recibos o pagos de tarjetas, como si fuera una hucha, que se rompe cuando se va a utilizar.

Para marcar el objetivo necesitamos cantidades concretas y el esfuerzo de ahorrar cada mes. Si nuestros hijos necesitan realizar un curso en octubre que nos cuesta 2.000 euros, deberíamos dividir dicha cantidad entre los meses anteriores (10 por ejemplo), con lo que tendríamos que ahorrar 200 euros cada mes de forma ineludible. Nuestra previsión consigue objetivos.

Consejos

Primero reflexionar sobre lo que realmente se necesita y hacer un listado de objetivos.

Probablemente será difícil lograr todos a la vez, pero hay que identificar aquellos que son más importantes para nuestra economía.

Al principio parecerá casi imposible ahorrar esas cantidades, pero los pequeños esfuerzo llegarán con grandes resultados con el paso del tiempo.

Para conseguir información más detallada: www.finanzasparatodos.es

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